A mitad de camino






Este lugar pretende ser "una bocanada de aire fresco" para todo aquel que se acerque y participe. Un lugar de encuentro, donde se carguen las pilas con energía positiva.

Donde nos ayude a ver las cosas de otra manera, y por ende, nos haga disfrutar de la vida, nuestro mayor don.
Un sitio que te permita contactar con la naturaleza.

Trabajar los pensamientos, mejorar las emociones, disfrutar de sensaciones.... para conseguir ser feliz.

Ser positivo siempre pretende pues, dar "esa mano amiga" que en alguna ocasión todos necesitamos.







jueves, 19 de agosto de 2010

con los Ojos y el Corazón de otro


Dos hombres, ambos muy enfermos, ocupaban la misma habitación de un hospital.

A uno se le permitía sentarse en su cama cada tarde durante una hora, para ayudarle a drenar el líquido de sus pulmones. Su cama daba a la única ventana de la habitación.

El otro hombre tenía que estar todo el tiempo boca arriba. Los dos charlaban durante horas. Hablaban de sus mujeres y sus familias, sus hogares, sus trabajos, su estancia en el servicio militar, donde habían estado de vacaciones , y cada tarde, cuando el hombre de la cama junto a la ventana podía sentarse, pasaba el tiempo describiendo a su vecino todas las cosas que podía ver desde la ventana.

El hombre de la otra cama empezó a desear que llegaran esas horas, en que su mundo se ensanchaba y cobraba vida con todas las actividades, colores del mundo exterior. La ventana daba a un parque con un precioso lago. Patos y cisnes jugaban en el agua, mientras los niños lo hacían con sus cometas. Los jóvenes enamorados paseaban de la mano, entre flores de todos los colores del arco iris.

Grandes árboles adornaban el paisaje, y se podía ver en la distancia una bella vista de la línea de la ciudad. El hombre de la ventana describía todo esto con un detalle exquisito, el del otro lado de la habitación cerraba los ojos e imaginaba la idílica escena. Una tarde calurosa, el hombre de la ventana describió un desfile que estaba pasando. Aunque el otro hombre no podía oír a la banda, podía verlo, con los ojos de su mente,exactamente como lo describía el hombre de la ventana con sus mágicas palabras.

Pasaron días y semanas. Una mañana, la enfermera de día entró con el agua para bañarles, encontrándose el cuerpo sin vida del hombre de la ventana, que había muerto plácidamente mientras dormía.

Se llenó de pesar y llamó a los ayudantes del hospital, para llevarse el cuerpo. Tan pronto como lo consideró apropiado, el otro hombre pidió ser trasladado a la cama al lado de la ventana. La enfermera le cambió encantada y, tras asegurarse de que estaba cómodo, salió de la habitación. Lentamente, y con dificultad, el hombre se irguió sobre el codo, para lanzar su primera mirada al mundo exterior; por fin tendría la alegría de verlo el mismo. Se esforzó para girarse despacio y mirar por la ventana al lado de la cama... y se encontró con una pared blanca.

El hombre preguntó a la enfermera que podría haber motivado a su compañero muerto para describir cosas tan maravillosas a través de la ventana. La enfermera le dijo que el hombre era ciego y que no habría podido ver ni la pared, y le indicó:"Quizás sólo quería animarle a usted"

Es una tremenda felicidad el hacer feliz a los demás, sea cual sea la propia situación. El dolor compartido es la mitad de pena, pero la felicidad, cuando se comparte, es doble. Si quiere sentirse rico, solo cuente todas las cosas que tiene y que el dinero no puede comprar. Hoy es un regalo, por eso se le llama el presente.

Jabo (cuento tomado de Internet. Se desconoce el autor)

15 comentarios:

Ricard dijo...

Hola Jabo.

Conocia esta historia. me parece maravillosa y recuerdo que cuando la leí me impactó de gran manera.
Gracias por traernos historias tam bellas que nos hacen recapacitar sobre la filosofia de la vida.
Un abrazo,
Ricard

Amélia Ribeiro dijo...

Hola Jabo,

Gracias por compartir tan bello texto... me emocioné!

Hace pocos meses vivi una situación que me cuesta recordar, porque aún me duelle mucho... y, a veces, leia para mi suegro, cuando el ya no podia hacerlo solo... y le encantaba!

Puede parecerte dificil de creer, pero me sentia la persona más feliz del mundo cuando disfrutaba del desayuno con mi suegro o cuando le daba la cena, sino no comia...!

Los sabados, más o menos cada dos meses, por la mañana lo llevava a cortarse el pelo y de seguida a hacer el tratamiento al Instituto de Oncologia de Porto... y a tomar nuestro café...!

Uno de eses sábados, el primero después de haber estado ingresado casi tres meses..., (los medicos no creian que iba a salir del hospital con vida..., pero salió!) lo llevé a cortarse el pelo y enseguida nos fuimos, los dos, a una pasteleria tomar el desayuno...
No hay palabras para describirte la felicidad que sentí en ese momento viendole disfrutar del desayuno y de mi compañia - su sombra - como el me llamaba...

Perdona mi amigo, pero no puedo seguir...

Un beso

Sergio dijo...

Hola Jabo,

me emocionó el texto, no lo conocia...
Y me emocionó el comentario de Alma..., aún sigue sufriendo, pobrecita, con la partida de su suegro...

Gracias por compartir tan bellos textos que son de encuentro, siempre, al titulo de tu blog!

Como dices, el dolor compartido duele por la mitad... y la felicidad compartida es doble..., cuanta razón tienes!

Te dejo saludos,

Sergio.

Steki dijo...

Muy bueno, Jabo, yo lo he recibido por mail alguna vez y me ha impactado. Besote.

Mabel dijo...

Querido amigo que texto maravilloso, dar felicidad a otro es dartela a ti mismo.
Gracias por compartir estas historias
Un abrazo

Un lugar dijo...

Querido Jabo, conocía la historia, duando la lei por primera vez, me dí cuenta de la generosidad que tenía el hombre ciego queriendo q su compañero de cuarto fuera feliz. El no tenía vista...èro veía con los ojos del alma que esos...todo lo ven...es cuestión de dejarnos miirar poe ellos, salirnos de la cárcel de nuestro cuerpo y volar dónde queramos, veremos, escucharemos y aprenderemos...de la grandeza de la naturaleza y la del ser humano. Gracias por subirlo.Besotes. Uru.

Fiaris dijo...

Jabo me emocione hasta las lagrimas amigo, no puedo seguir escribiendo disculpa,abrazo.

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

En verdad que todo tipo de prosperidad y de felicidad nos es dada para ser compartida. Por eso es que la vida a veces nos atropella con la felicidad y para darle esperanzas a otros que nos rodean.

Saludos

COSAS DE GELY dijo...

Que bello cuento,y cuanta generosidad. Muchas gracias por publicarlo Jabo. Un beso

Ambar dijo...

Jabo,cuando recibí este relato por internet,me hizo sentir muchas cosas,una de ellas es la capacidad que tienen aquellos que son cuentistas de alma,y vuelcan esto en la escritura,y la de aqullos que a veces con una increible visión se pierden de mucho....pasa Jabo que;en esta vida una cosa es mirar y otra cosa es ver.....
Saludos y que tengas un muy buen finde!!!!
Ambar...

Jabo dijo...

Alma Inquieta: me encanta tu historia con tu suegro. Voy a proponerte hacer un Testimonio+++ sobre ello , cuando puedas, cuando estes bien y relajada.
Necesito tu email para escribirte y explicartelo bien. El mio es jabodelfin@hotmail.com
Por favor escríbeme y lo hablamos. Gracias. Jabo

Jabo dijo...

Ricard: si, es una historia muy bonita que merece la pena recordar. Abrazo.

Sergio: cuando compartimos abiertemente y abrimos nuestro corazón, se multiplican lass felicidades y se reducen las penas.

Steki y Mabel: gracias por estar y por vuestro comentario.

Jabo dijo...

Fiaris: te vas a hacer una experta en esto de llorar!!! Abrazo.

Gely: gracias a ti. Abrazo.

Ambar: asi es, una cosa es mirar y otra ver... Abarzo.


Roy:hay que compartir, claro que si, la prosperidad y la felicidad. Abrazo.

Jabo dijo...

Uru: esta noche pongo tu post de Testimonios+++.
Solo te dire que espero estar a la altura. Mi mujer lo ha leido y esta llorando. Me dice que te de un gran abrazo. Le contesté que lo hago cada vez que comunico contigo. Chao amiga.

ibso dijo...

Hola Jabo, encontré tu blog a traves del de Nerim (Cajón Secreto).
Lo que he leído me gusta bastante y lo voy a seguir con asiduidad.
Un saludo, Ibso.