Caminar es Compartir (XXVI)

Kilómetros a Santiago

Etapa 26: Triacastela-Sarria

Etapa realizada el pasado 3 de junio con 12 grados de temperatura. 25 kilómetros llenos de paseos forestales y veredas junto al río que hacen muy agradable el camino.

Iglesia y cementerio en Triacastela

En Triacastela abandonamos la iglesia de Santiago, junto al cementerio, donde unas vistas sobre el monte sobrecogedoras aconsejan su visita. Seguimos el curso del río Oribio o sarria, y llegamos a San Cristovo do Real, parroquia del Concello de Samos, documentada ya desde el siglo XII; entre veredas avanzamos hasta Renche y encontramos un grupo de personas venidas desde Noruega con unos niños con síndrome de down, que están  haciendo parte del camino. Su sonrisa se abre de lado a lado de la cara al saludarlos y decirles “Buen Camino”, que parece se lo han aprendido bien. Llevan monitores para apoyarles y es una satisfacción comprobar hechos como este. Desde tan lejos… y ahí están, haciendo el camino. Ole por ellos!

Monasterio de Samos

Seguimos el curso del río, entre sendas verdes llenas de arbustos y árboles, fresnos, abedules, avellanos, que dan cobijo a multitud de fauna paseriforme, pajarillos que alegran la mañana. Avanzamos hasta Lastre y Fre¡tuxe para alcanzar después la parroquia de san Martíño de Real, con su iglesia de estilo románico. De aquí hasta llegar a Samos y disfrutar con la sorpresa del monasterio benedictino.

Esta villa, es paso obligado para todos los peregrinos que caminan a Santiago de Compostela, y constituye uno de los centros religiosos más importantes de Galicia. Esta abadía, está datada en el  siglo VI, época en la que los Suevos poblaban los territorios de lo que hoy conocemos como Galicia.

Samos se encuentra en un espectacular entorno natural, en un valle que da entrada a los montes de Pedrafita. Lo atraviesa el Río Oribio, un pequeño río, rico en anguilas y truchas.

A orillas de este río se levanta el antiguo monasterio de San Julián de Samos, todavía regido por monjes benedictinos. Su nombre se deriva de la palabra sueva samanos, que significa "lugar donde viven religiosos en comunidad". Según la tradición, lo fundó san Martín Dumiense en el siglo VI. A comienzos del siglo X, Ordoño II consigue salvarlo de la crisis con la colaboración de nuevos monjes  procedentes del monasterio de Penamaior, viviendo desde el año 960 esta comunidad bajo la regla de san Benito. En el siglo XII se adhieren a la reforma de Cluny, convirtiéndose  en uno de los centros más importantes de la edad media. Abandonado durante la desamortización, volvieron los benedictinos en 1880.

Pintura en Monasterio

En 1558 sufrió un gran incendio y tuvo que ser rehecho. De las construcciones medievales únicamente se conserva una puerta de la antigua iglesia, la capilla del Salvador, una columna y un fragmento de una placa de mármol del siglo IX. En 1951 sufrió otro incendio.

Destaca su fachada barroca con acceso por doble escalinata, aunque rejuntan varios estilos, gótico, renacentista y barroco.

Posee dos claustros, el grande, llamado Padre Feijoo (siglo  XVII) es el mayor de España de 54x54 metros y conserva en sus muros piedras de las antiguas construcciones medievales. El pequeño o de las Nereidas es de estilo gótico tardío. Entre ambos está la torre del reloj y la portada románica de la primitiva iglesia. El retablo "mayor" está presidido por la imagen del patrono: San Julián.

Capilla del ciprés

Samos con los siglos además de hospital de peregrinos se convirtió en lugar de entierro de los caminantes, eran trasladados aquí los que fallecían en el camino a su paso por Lugo.

Destaca una pequeña capilla, pre-románica  llamada del ciprés, pues un ciprés milenario está junto a la misma. Está  dedicada a San Salvador y es una sencilla obra de finales del siglo IX de estilo mozárabe. Su planta es ligeramente trapezoidal en el que distinguen dos cuerpos, nave y pequeña cabecera, y una única puerta de acceso.

Abandonamos esta maravilla digna de ser visitada y tomamos rumbo Sarria, pasando por Teguin, pequeña aldea de la parroquia de Santa Baia de Pascais, y por pistas alcanzamos las aldeas de Gorolfe, Reiriz y Sivil donde me sorprende ver que en todas ellas hay pequeños  cementerios. Llegamos a Perros perteneciente a  la parroquia de Calvor donde intimo con Gerardo, ganadero de vacas canelas de carne, con quien tenemos una agradable conversación y a Aguida, desde donde embocamos a Sarria.

Sarria

Sarria es el inicio del camino de Santiago para muchos peregrinos, ya que se encuentra a 111 Kilómetros de Santiago de Compostela, y  la distancia mínima para que nos den la compostela si venimos por el camino francés es de 100 Km.

En la parte alta de la villa se encuentran la gran mayoría de albergues de peregrinos, iglesias y zonas peatonales; el torreón de Sarria, parte de una antigua fortaleza destruida en las revueltas irmandiñas en 1467 y de la que solo queda una de las torres semiderruida. Este monumento es uno de los emblemas de la ciudad y uno de los puntos más representativos de su importante pasado.

Justo al lado de este torreón está situado el "campo da feira" en el que se celebra una de las ferias más visitadas e importantes de la provincia, tanto de ganadería, como de productos típicos de la tierra y otros enseres

El monasterio de la Magdalena data de alrededor del año 1.200 y fue fundado por unos monjes italianos, que convirtieron una ermita que había en este lugar llamada San Blas de Vilanova en un lugar en el que atender a los peregrinos. La iglesia es  románica del siglo XIII. El pequeño claustro, con un suelo artísticamente compuesto con cantos rodados, junto con la abundante presencia de escudos de armas, hacen del templo un interesante conjunto.

Capilla de san Lázaro (XIV)

La iglesia de Santa Mariña, y la pequeña capilla de san Lázaro completan este interesente punto de encuentro para el peregrino.

Etapa para disfrutar, de los paseos en plena naturaleza y de la sorpresa de Samos con su conjunto artístico. Da emoción saber que ya quedan solo 111 kilómetros y que muchos peregrinos inician desde Sarria su peregrinar.

Jabo