A mitad de camino






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jueves, 7 de abril de 2011

La importancia del perdón


La rana Renata era la mejor cocinera de los pantanos y a su selecto restaurante acudían todas las ranas y sapos de los alrededores. Sus "moscas en salsa de bicho picante" o sus "alitas de libélula caramelizadas con miel de abeja" eran delicias que ninguna rana debía dejar de probar, y aquello hacía sentirse a Renata verdaderamente orgullosa.


Un día, apareció en su restaurante Sopón dispuesto a cenar. Sopón era un sapo grandón y un poco bruto, y en cuanto le presentaron los exquisitos platos de Renata, comenzó a protestar diciendo que aquello no era comida, y que lo que él quería era una buena hamburguesa de moscardón.


Renata acudió a ver cuál era la queja de Sopón con sus platos, y cuando este dijo que todas aquellas cosas eran "pichijiminadas", se sintió tan furiosa y ofendida, que sin mediar palabra le arreó un buen sartenazo. Menuda trifulca se armó. A pesar de que Renata enseguida se dio cuenta de que tenía que haber controlado sus nervios, y no dejaba de pedir disculpas a Sopón, éste estaba tan enfadado, que decía que sólo sería capaz de perdonarla si él mismo le devolvía el sartenazo.


Todos trataban de calmarle, a sabiendas de que con la fuerza del sapo y la pequeñez de la rana, el sartenazo le partiría la cabeza. Y como Sopón no aceptaba las disculpas, y Renata se sentía fatal por haberle dado el sartenazo, Renata comenzó a hacer de todo para que le perdonara: le dio una pomada especial para golpes, le sirvió un exquisito licor de agua de charca e incluso le preparó… ¡Una estupenda hamburguesa de moscardón!


Pero Sopón quería devolver el porrazo como fuera para quedar en paz.


Y ya estaban a punto de no poder controlarle, cuando apareció un anciano sapo caminando con ayuda de unas muletas. Espera Sopón, dijo el anciano, podrás darle el sartenazo cuando yo te rompa la pata. Recuerda que yo llevo muletas por tu culpa. Sopón se quedó paralizado. Recordaba al viejo que acababa de entrar. Era Sapiencio, su viejo profesor que un día le había salvado de unos niños gamberros cuando era pequeño, y que al hacerlo se dejó una de sus patas.


Recordaba que todo aquello ocurrió porque Sopón había sido muy desobediente, pero Sapiencio nunca se lo había recordado hasta ahora... Entonces Sopón se dio cuenta de que estaba siendo muy injusto con Renata.


Todos, incluso él mismo, cometemos errores alguna vez, y devolver golpe por golpe y daño por daño, no hacía sino más daño. Así que, aunque aún le dolía la cabeza y pensaba que a Renata se le había ido la mano con el sartenazo, al verla tan arrepentida y haciendo de todo para que le perdonase, decidió perdonarle.


Y entonces pudieron dedicar el resto del tiempo a reírse de la historia y saborear la rica hamburguesa de moscardón, y todos estuvieron de acuerdo en que aquello fue mucho mejor que liarse a sartenazos.


Es un cuento que he encontrado en Internet, y lo he adaptado. (Desconozco su autor).


Me gusta para reflexionar sobre un aspecto básico para nuestro crecimiento interior: “El saber perdonar”. Pues si, porque la persona que perdona se agranda, crece, madura y la paz interior que alcanza es sublime.


Sin embargo, la persona que no perdona se hace daño a si misma, no crece, no madura y se corroe por dentro.


Con esto no quiero decir que lo olvidemos y ya está. No, no es eso. Quiero decir que aprendamos de nuestros propios errores y crezcamos juntos en el desarrollo personal, en la satisfacción de saber que vamos en el mismo camino, de la mano.


Jabo

(Ah: se me olvidaba: ¿Cuando nos comemos una hamburguesa de moscardón?


41 comentarios:

Helga F Moreno dijo...

Jabo, siempre que te leo me asaltan las dudas. ¿pero que pasa si te han hecho tanto daño y ves que no se arrepienten, que ni te comentan nada, como si no hubiera pasado? Y tu vida ha estado condicionada a sus malas acciones, tu dolor ha viajado contigo en tu vida. Y ellos tan tranqulos.
Esa impotencia de quedarte con las ganas de esperar una disculpa es asfixiante. Si, supongo que es mejor no esperar nada, pero perdonar sin sentirlo, sin siquiera ver un poco de arrepentimiento en la otra persona... ¿no es como poner la otra mejilla y pecar de tonto? Pregunto.
Un abrazo!

Anónimo dijo...

HOLA JABO. buen cuento. Y buena enseñanza. Si no se perdona, la amargura correo por dentro.
Un abrazo.

Jabo dijo...

Luna: sé, conozco lo que te ha pasado, lo que llevas por dentro, y es terrible si. Pronto, a través de un Testimonio+++ tuyo que te has brindado a escribir, lo conocerán también los seguidores amigos del blog.
Pero mira, sin quitarte un ápice de razón, lo que importa eres TU, y como te sientes TU.
Te han hecho daño, no se arrepienten,no se diculpan... y vas a seguir esperando?. Ya te han demostrado lo que valen ( en este caso, lo que no valen).
Quizás en tu caso no funcione, pero en casi todos, si perdonas, aunque no lo olvides, ganas TU, alcanzas esa paz interior que tanto necesitas, amiga.
Tienes un marido e hijos estupendos, toda una vida por delante, Luna. Ya esta bien de que te hagan sufrir.
Un fuerte abrazo. Jabo

Jabo dijo...

Gracias Lucía por comentar. Me alegra que te guste el cuento y su refelxión.
¿Como vas de todas esas tareas pendientes?
Abrazo. Jabo

Alma Enamorada dijo...

Hermoso cuento Jabo...con el perdón nos liberamos nosotros mismos...

Feliz día, recibe un gran abrazo

Jabo dijo...

Hola alma enamorada, perdonando nos liberamos y crecemos interiormente.
Abrazo. Jabo

Mabel dijo...

Hola amigo, el perdón es liberador, pero hay casos y casos, siempre hay que perdonar?, todo se puede perdonar?.Hay tantas historias, un caso es el de Luna, muy bien planteado. Creo que no se puede generalizar, es una actitud muy personal, de acuerdo al error cometido y de quien viene. No es fácil. El perdón debe ser ganado y merecido, sería muy fácil entonces cometer errores , total después pido perdón. Lo importante es tratar de no cometer errores.
Así como alguien tiene derecho de pedir perdón, el otro tiene derecho de otorgárcelo o no, y no por eso ser juzgado o criticado, sentirse mal o no dormir,cada caso es muy personal y debemos hacer lo que sentimos. y sobre todo se nos respete esa desición.
Abrazo

MAYTE dijo...

Precioso cuento y muy verdadero, no hay nada mejor para el alma que perdonar al que te daña, pero y si el otro no quiere tu perdón y sigue en sus treces?? En este caso que se hace??

Un beso y feliz finde.

Fiaris dijo...

Es tan importante el perdón amigo,he escrito bastante sobre ello.buena historia para la reflexión.
abrazo.

Marina dijo...

Hola pk me ha encantado el cuento, luego vuelvo y lo comento, ahora voy a cenar.
Besín

METAMORFOSIS dijo...

Muy bonito el cuento.....
Habrá ocasiones en las que no nos cueste perdonar...y otras no podamos hacerlo...unas veces dependerá del grado de arrepentimiento de la otra parte, y otras dependerá de cuanto nos ha afectado aquello que nos han hecho. En cualquiera de los casos, decidamos perdonar o no, sobre todo en éste último, tenemos que evitar que ese "no perdón" no se convierta en rencor y anide en nuestra alma...eso nos la iría envenenando poco a poco...y acabaría "matandonos" por dentro.
Os dejo una estrofa de un tango de Carlos Gardel, que se titula precisamente así: Rencor.

Rencor, yo quiero volver
A ser lo que fui; yo quiero vivir
Este odio maldito
Que llevo en las venas,
Me amarga la vida como una condena.

Un abrazo desde http://elclubdelaslocaspositivas.blogspot.com/

Jabo dijo...

Hace un año, el 12 de mayo de 2010, publicábamos el post: claves de felicidad (4): saber perdonar. Os pongo el enlace por si alguna persona desea leer lo que escribíamos entonces. http://sepositivosiempre.blogspot.com/2010/05/claves-de-felicidad-4-saber-perdonar.html


Mabel: claro que no se puede generalizar. Damos el mensaje de que quien perdona, sale ganando.

Mayte: si el otro no quiere...el se lo pierde, no?. Lo importante es cómo te sientes TU.

Fiaris: si, he leido cosas muy bonitas en tu blog al respecto.

Abrazos a todos. Jabo

Jabo dijo...

Metamorfosis:dices... tenemos que evitar que ese "no perdón" no se convierta en rencor y anide en nuestra alma...eso nos la iría envenenando poco a poco...y acabaría "matandonos" por dentro.
Estamos de acuerdo! Si no perdonas, que no te afecte!

Marina: me alegro de que te guste el cuento.

Abrazos a ambas. Jabo

Esstrella dijo...

Creo que aprender a perdonarse a uno mismo es mucho mas dificil que perdonar a los demas.Me ha encantado la historia.Saludos a todos y especialmente a Jabo

Ricard dijo...

Hola Jabo.
Estupendo cuento.
Es cierto que el perdon libera tensiones y relaja ewl alma, aunque aveces cueste dar ese paso.
Perdonar es mas facil que olvidar, pero el olvido es mas caro, porque se paga con el tiempo y el tiempo es oro.
Un abrazo, amigo.
Ricard

Ambar dijo...

Hola Jabo,me ha encantado tu historia.
He aprendido con el correr de los años,que el perdón no es algo que el otro al que se pedimos lo debe devolver,es simplemente saber que uno es capáz de perdonar y san se acabó.....
porque muchas veces uno está esperando el perdón del otro y eso jamás llega entonces es mucho mejor "perdonar desde uno mismo",y si no nos responden a nuestro pedido de perdón.....ya no es nuestro problema.
Besos.
Ambar...

ISA dijo...

Hola Javier, como veo otro cuento con ranitas, perdonar, a veces se dice: Te perdono, sin mas, porque nos dejen en paz, pero no se da de verdad, el perdón completo llega cuando no se recuerda la ofensa,creo que solo con el olvido el perdón es verdadero, y.... a veces como somos humanos, cuesta perdonar sin antes olvidar,de todas formas estoy de acuerdo en que cuan do se ha perdonado se libera el corazón de rencores
besos.
ISA

Unknown dijo...

El primer trabajo sobre mi persona, fue perdonar, perdonar a mis padres. Con ayuda de un psiquiatra, desde los 19 años en que me atreví a entrar a su consultorio. El tiempo fue ayudando y lo logré. Siento que ellos desean pedirme perdón, pero no saben cómo hacerlo.

Con respecto a la gente en general, no soy de enroscarme en las relaciones, si alguien me hace algo muy duro de llevar, directamente paso a ignorarlo. Pocas personas lo han echo, debo agradecerle a la vida!

Lo de Luna, es complicado, he leído su vida, es muy duro.

Besos!

ILUSION dijo...

Muy de acuerdo, es muy importante perdonar y saber perdonar y así estar en paz con uno mismo!!!me ha encantado el cuento,,,Besitos...

Adrián J. Messina dijo...

Como dice el gran Borges: " Yo no hablo de venganza ni perdones, olvidar el perdón es la única venganza"

Un abrazo.

Carlos Alberto dijo...

Hola Jabo! una bonita enseñanza la de del cuento, tenemos que saber perdonar es primordial. Gracias por tus escritos. Un abrazo.

Esther dijo...

Me han hecho mucho daño y nunca escuche la palabra perdóname de boca de mi madre y su marido.. Aun así yo no guardo rencor en mi corazón y los he perdonado. Pero no lo olvido. Creo que ya te lo en otro post. No lo olvidare en mi vida. De todas formas gracias Jabo, de alguna manera me haces pensar y reflexionar y quién sabe si algún día olvidare.BIKIÑOS A TODOS Y FELIZ FIN DE SEMANA

Jabo dijo...

Hola Ricard: perdonar es más fácil que olvidar, si. Pero a mi no me pasa, olvido fácil.

Hola Ambar: el perdón sale de dentro y no hay que esperar nada a cambio, en mi opinión.

Hola Isa: cuando se perdona, el corazón se libera, como dices, de rencores, y se agranda, mucho.

Hola Graciela: gracias por tu comentario. Estoy seguro de que tus padres querrán y no sabrán cómo... pedirte perdón, si.

Abrazos a todos. Jabo

Jabo dijo...

Hola Ilusión: estar en paz con uno mismo... es un objetivo de todos, no?

Hola Adrián: gracias por ela aporte de Borges.

Hola C. Alberto: gracias a ti, por estar.

Hola Esther: sabes... te felicito con mayúsculas por haber perdonado a tu madre y su marido por algo que te hicieron. Y comprendo que no puedas olvidarlo. me alegra quie te haya hecho reflexionar ( para eso era este post)

Abrazos a todos. Jabo

Esstrella dijo...

Un cuento precioso.Pero lo mas dificil es perdonarse a uno mismo.Un abrazo y feliz fin de semana

ibso dijo...

El perdón debe pedirse para ser dado.
Cuando alguien que te ofende no le importa el daño que te hizo y por lo tanto no te pide perdón, ¿qué sentido tiene dárselo?. En estos casos a quien debemos pedir perdón es a nosotros mismos, por dejar que alguien así nos hiciera daño. Perdonarnos a nosotros mismos y comprender que solo pueden recibir heridas en el alma y el corazón los que quieren y saben vivir por y para los demás.
Un abrazo amigo Jabo.
Ibso.

Soñadora dijo...

Querido Jabo, después de una semana un tanto ajetreada hoy vine a ponerme al día. He podido disfrutar del cuento sufi, de dos testimonios y un par mas de posts ,así como de este cuento y salgo relajada y recargada. Es bueno llenarse de positivismo , y respecto al perdón, definitivamente el alivio y la paz que se sienten al hacerlo son lo máximo!
Besitos y un lindo fin de semana.

Marina dijo...

Mamá nos enseñó a perdonar, en realidad, nos enseñó que el rencor no lleva a nada, que a veces la gente actúa de determinada manera, y nosotros debemos perdonarlos... mmm, crecí un ambiente un tanto mafioso, asiq no había nadie q pidiera perdón, jeje. Pero mamá nos "inventó" un mundo donde el amor siempre gana, y hoy, en contra de todo pronóstico, seguimos siendo una familia bastante unida, con una realidad donde todo se supera en base al amor. Ja! Me enredé como yo sola :)

Marina dijo...

Tal y como yo lo veo hay dos clases de perdones: El perdón al daño y el perdón al hecho. Yo se lo explico a mis alumnos de la siguiente manera.

Cuando alguien comete contigo una acción en contra de tu persona, de tus sentimientos de tus creencias y un largo etc que vamos sacando entre todos, el perdón está para ser utilizado, con mayor o menor prontitud, dependiendo de cómo te encuentres después del daño. La puerta del perdón jamás debe quedar cerrada, siempre estará medio abierta, para que sea más fácil ir abriéndola poco a poco.

Otras veces el perdón se convierte en la palabra fácil, en la palabra precisa que tapa unos hechos evitables y que se repetirán o se han producido por negligencia... en esos caso el perdón no arregla porque el otro se queda con los trozos. Yo les pongo a ellos el ejemplo del salón de tu casa, donde tienes un sofá nuevo en el que no quieres que nadie fume. Alguien, sin tener en cuenta tus deseos y pensando que no pasará nada, fuma y te quema el sofá. Lo siente mucho, muchísimo y te pide perdón, mil veces, dos mil. Tú le perdonas y te quedas con el sofá quemado.

Espero que se me entienda, os aseguro que evito peleas y encuentros desagradables con esta explicación... a nadie nos gusta que "nos quemen el sofá".

Besos de buenas noches.

Carmen Rosa dijo...

Un tema muy polémico es el perdonar, a quien , cuándo, qué, por que hacerlo. Hace mucho tiempo que lo entendí, pero luego de años de guardar resentimientos que finalmente producían sentimientos dolorosos y malestar sólo en mí y no en las otras personas. Al perdonar al que te hizo daño te liberas tu, te quitas un gran peso de encima, no tienes siquiera que decírselo a la otra persona sólo tienes que experimentarlo, sentirlo dentro de tu mente y de tu corazón, eso es recuperar tu poder,(del que tanto hablo en mi blog), eso es ser dueño de tu vida y no dejar que otros tengan poder sobre ti, influyan en cómo te sientes o en lo que haces o dejas de hacer, en eso reside tu libre albedrío. No es fácil tomar la decisión de perdonar, pero cuando lo hacemos nos sentimos ampliamente recompensados por la paz y liberación que logramos, independientemente de lo que haga o deje de hacer la otra persona, ese no es nuestro asunto, somos nosotros quienes necesitamos sentirnos bien.
Sabemos que hemos perdonado cuando recordamos el hecho sin ninguna carga emocional, sin dolor.
Finalmente para aquellas personas que necesiten perdonar les recomiendo el libro de LOUIS HAY "USTED PUEDE SANAR SU VIDA"
Disculpa JABO que me haya extendido tanto, pero este es un tema que me apasiona.
Un abrazo y feliz fin de semana.

Esstrella dijo...

Bonito relato Jabo.Pero lo mas dificil es perdonarse asuno mismo.Un abrazo

Esstrella dijo...

Precioso cuento Jabo.Pero yo creo que perdonarse a uno mismo es lo mas dificil.Un abrazo

Sara dijo...

Cuánto me identifico con esto. Estupendos mensajes, ¡qué buen blog! Gracias.

Joker dijo...

Una fábula muy enriquecedora, aunque la verdad es que el comentario de LUNA me deja un poco el beneficio de la duda; vamos, que he tenido que dale mis vueltas. Y llego a la conclusión de que la mejor manera de llevarlo es como tú dices, lo malo es que a veces no es fácil olvidar o perdonar.
Un saludo !

Jabo dijo...

Hola Ibso: como dices, tenemos que querernos a nosotros mismos y no permitir que nos hagan daño.

Hola Soñadora: que bien verte por aqui. Me alegra mucho que te hayan gustado los post. Gracias por estar.

Hola Marina argentina: te enredaste fenomenal, Marina. Ya está puesto tu TEstimonio+++. Felicidades!

Abrazos a todos. Jabo

Jabo dijo...

Hola Marina española: que bien te has explicado. Gracias por explicarnos los dos tipos de perdones, con una didáctica fenomenal (se nota que eres profesora, que bien).

Hola Carmen Rosa: "Al perdonar al que te hizo daño te liberas tu". "No es fácil tomar la decisión de perdonar, pero cuando lo hacemos nos sentimos ampliamente recompensados por la paz y liberación que logramos"
En estas frases que mencionas está la clave, C Rosa. Ah: extiendete toda lo que quieras y necesites, ya que como dices, y se, conoces a la perfección el tema expuesto y lo explicas muy bien en tu magnífico blog.


Hola Sara: bienvenida a sepositivosiempre. Espero estes a gusto con nosotros.

Hola Fernando: gracias por estar. Y si, a veces es dificil.

Abrazos a todos. Jabo

Susy dijo...

Hola Jabo.
Es un cuento precioso y muy aleccionador. Yo que a veces me comporto como Renata, más que como Sopón, estoy dispuesta a recibir ese sartenazo, si con eso me gano el perdón de todo aquél que lo hubiera recibido(involuntario; pero sartenazo al fin y al cabo).

Un abrazo grande Jabo
*Cuchu*

Mariluz GH dijo...

Magnífico cuento...

Siempre he procurado enseñar a mis jóvenes de catequesis que "todo tiene perdón en esta vida, menos rechazar el perdón". Negar a una persona la capacidad de redimirse es como mantenerle la cabeza bajo el agua y evitar que tome aire para respirar. No somos mejores por manifestar nuestra ofensa.

dos abrazos, amigo. Feliz sábado

Marina dijo...

Gracias Jabo, a veces me dejo llevar y no sé si me paso...deformación profesional.
Besos

Jabo dijo...

Hola Cuchu: hablando de perdones...como ya me conoces, sabes que te dí " el sartenazo virtual, pero cariñoso", que merecías, jeje. Es un gusto verte otra vez al pie del cañón.

Hola MariLuz: magníficas tus palabras. Aprovecho para recordar que el próximo Terstimonio+++ será el tuyo, este mes.

Hola Marina: estate tranquila, pues tus comentarios son muy acertados y adecuados. Aprovecho para felicitarte por tu éxito en el Testimonio+++ publicado ayer.

Abrazos a todos. Jabo

Alma Enamorada dijo...

Buenos día Jabo...los dos premios son para ti pero si nadamas te quieres traer a tu casita el velero puedes hacerlo amigo...

Gracias por tu amistad y presencia...feliz y bendecido domingo...un abrazo muy grande y cuidate