Caminar es Compartir (XXIII)

Etapa Ponferrada/Villafranca del Bierzo

La realicé el pasado 31 de mayo, bajo un sol abrasador. 36º de temperatura, pues una ola de calor subsahariano había entrado en España y azotado todo el norte peninsular. 26 kilómetros que costaron hacerlos  7 horas, parecía que ni pantalones cortos, ni gorra, crema antisol y agua eran suficientes.

Castillo de los templarios

Parto del castillo templario de Ponferrada, lugar mágico, espectacular donde acabé la anterior etapa.

La villa actual nace a finales del siglo XI con motivo de la construcción de un puente para facilitar el paso a los peregrinos a Santiago de Compostela. Tras visitar la basílica de la encina, me dirijo a la torre del reloj, del siglo XVI y de allí a la salida de la ciudad a través del Pons Ferrata.

La basílica es  un templo renacentista con planta de cruz latina del siglo XVI, en cuyo interior destaca el Retablo Mayor, en madera policromada, de la escuela de Gregorio Fernández, cuya fecha data de 1630. Preside el retablo la imagen de la Virgen de La Encina “La Morenica” patrona del Bierzo.

Ponferrada-Basíica

Una leyenda narra cómo la talla de la Virgen traída de Tierra Santa por el Santo Toribio, obispo de Astorga, fue escondida con el fin de preservarla de las invasiones musulmanas. El rastro de la imagen se perdió y siglos después, los templarios encontraron la talla oculta en el interior de una encina mientras se aprovisionaban de madera. La Virgen adoptó el apelativo del árbol en el que había sido hallada.

Ya en Compostilla, visito la capilla neorrománica y alcanzamos Columbrianos, pasando cultivos de vid de la variedad Mencia, que predomina en la zona. Destaca la iglesia dedicada a San Esteban y las capillas de San Blas y  San Roque.

Pasando calor, refrescándonos los peregrinos cada dos por tres del azote solar, encontramos un crucero con un Cristo en una cara y Santiago en la otra, que dan la bienvenida en Fuentes Nuevas, donde también veo la ermita del Divino Cristo y la iglesia de la Asunción. Aquí, Luisa, mujer entrada ya en años me relata que siempre se ha comentado en el pueblo el hecho de que ninguna persona bautizada en esta iglesia murió en la guerra civil española.

Tras pasar Camponaraya, que parece no terminar nunca, pueblo de una calle muy larga llena de servicios, atravesamos el río Reguera  y la autovía A-6 por un paso superior.

Volvemos a disfrutar con las vides, que llenan el paisaje y refrescan el ambiente. Al llegar a Cacabelos disfruto visitando Prada, un local recomendado por María, en donde ofrecen vino y empanada, pudiendo descansar y comprar cualquiera de los múltiples objetos allí expuestos. Su iglesia de Santa María, con ábside románico y su santuario de la quinta angustia, destacan.

El Bierzo es una comarca leonesa que constituye una unidad original por su geomorfología, características ambientales y significado geográfico. Es una depresión hundida respecto al resto de la región, con altitudes de unos 500 metros, esto hace que sea como “una olla” y el calor hoy parece no darnos tregua a los peregrinos.

Pieros. Ig. S. Martín

Alcanzo Pieros, villa pequeña con iglesia de 1086 dedicada a San Martín y descubro, en mitad del camino la casa  escultura de A. Nogueira, donde me fascina la frase que pongo en cabecera del post:

Puerta del perdón

“Allí donde mis sueños echen raíces, la libertad sea un muro de luz, aire puro, esa sí será mi tierra”.

La llegada a destino, Villafranca del Bierzo, es todo un descubrimiento al darnos de bruces, nada más entrar con la Iglesia de Santiago, templo románico de una sola nave y su puerta del Perdón, famosa en todo el camino. El papa español, Calixto III concedió a los peregrinos enfermos o impedidos que pasaban por esa puerta las mismas indulgencias que si hubieran llegado a Santiago. Así, potenciaba la peregrinación y evitaba a los enfermos las duras montañas que faltan hasta Compostela.

Estaba cerrada la puerta, así que tendré que llegar hasta Santiago.

Villafranca del Bierzo

V. Bierzo

Villa jacobea por excelencia, ubicada en la confluencia de los ríos Valcarce y Bubia, cuenta con 6 monumentos declarados Bien de Interés Cultural, como el castillo de los marqueses de Villafranca del siglo XV, siendo hoy residencia privada. La Iglesia de San Francisco, antiguo convento fundado por San Francisco de Asís cuando peregrinaba a Santiago de Compostela, asi como La Colegiata, construida sobre un monasterio entre los siglos XVI y XVII. El convento de la Asunción, la iglesia de Santa María, además de pasear por la calle del Agua, y ver los palacios, como el de Torquemada hacen de este lugar un entrañable sitio donde perderse en historia y disfrutar paseando por sus callejuelas.

Antes de cenar conozco a una persona –Paula- que tiene una tienda de esoterismo y objetos del camino y con quien disfruto hablando de la historia del lugar.

Ha sido una etapa dura por las condiciones meteorológicas en las que me ha tocado pasar El Bierzo, pero en la que he disfrutado, sobre todo con la naturalidad y generosidad de sus gentes y con la sorpresa final de Villafranca.

Jabo